Campanas de Huamanga
Din don, din don
abran paso,
las voces perleras
de Santo Domingo
han empezado
a acompasar
los presurosos pasos
de mi madre
que envuelta en su rebozo
de cachemira y su
monillo de Castilla
avanzan por las callecitas
empedradas
donde siguen trinando
las guitarras de Hatun calle
y Munay Pata.
Vuela, vuela presurosa
charanguera aurorina.
Allá vienen las ondas chillonas
de Santa Clara monacal,
ahí se acercan
con su alfombra de estrellas
y canciones metálica
abran paso,
las voces perleras
de Santo Domingo
han empezado
a acompasar
los presurosos pasos
de mi madre
que envuelta en su rebozo
de cachemira y su
monillo de Castilla
avanzan por las callecitas
empedradas
donde siguen trinando
las guitarras de Hatun calle
y Munay Pata.
Vuela, vuela presurosa
charanguera aurorina.
Allá vienen las ondas chillonas
de Santa Clara monacal,
ahí se acercan
con su alfombra de estrellas
y canciones metálica
a bendecir
los cansados pasos
de mi madre Alejandra.
Din don, din don
abran paso
son las campanas de
los cansados pasos
de mi madre Alejandra.
Din don, din don
abran paso
son las campanas de
Huamanga
que han empezado a desfilar
con su manojo de lirios
por la vía láctea
de la eternidad.
que han empezado a desfilar
con su manojo de lirios
por la vía láctea
de la eternidad.
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