III
Nube que sigues mis pasos
lluvia que lavas mis penas
levaduras melancólicas que crecen
en el pecho ardiente de esta guitarra,
flameen en el viento y estos suspiros
canten y arrullen a la ingrata
que aún entretiene los recuerdos
de este árbol poblado de rocíos.
Díganle que también mis penas
son neblinas sonámbulas
que todas las noches bajan
a acostarse en tu regazo
posada de amores inolvidables.
Nube, nubecitas de Huamanga
lluvia, lluviecitas de mi tierra
larvas enamoradas y altivas
que no cesan de bailar
con los trinos de esta guitarra
ladrona de amor.
Nube que sigues mis pasos
lluvia que lavas mis penas
levaduras melancólicas que crecen
en el pecho ardiente de esta guitarra,
flameen en el viento y estos suspiros
canten y arrullen a la ingrata
que aún entretiene los recuerdos
de este árbol poblado de rocíos.
Díganle que también mis penas
son neblinas sonámbulas
que todas las noches bajan
a acostarse en tu regazo
posada de amores inolvidables.
Nube, nubecitas de Huamanga
lluvia, lluviecitas de mi tierra
larvas enamoradas y altivas
que no cesan de bailar
con los trinos de esta guitarra
ladrona de amor.
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