IV
Soy la guitarra ayacuchana
que peina alegrías
y agita el calzón a las tristezas.
mis venas riegan esperanzas
y mis sudores bañan sueños
imposibles.
Fogoncito de leña crepitante
que todas las noches abrazas
peroles de maíz blanco almíbar y
porongos de chicha de jora
¿Dónde se esconden esos dedos
tejedores de waynos y pasacalles?
Acaso no recuerdas que el diapasón
del trueno
forjó el yunque blanco de razuhuillca
y
tus dedos de cristal y estalactita?.
¿Díganme en que laberinto se
entretienen
o andan prisioneras las voces
de mi pueblo?
Tantas veces voces
voces que navegaron en odres
y alegrías sin parangón
en la muy noble Huamanga
y siempre jaranera.
coca quintucha
naipes verde de Belén Pata
de tunales y suspiros cómplices
tú que conoces mi vida y destino,
anda desensilla mis bordones.
es hora de bailar y cantar
en el ombligo de esta celosa noche.
Soy la guitarra ayacuchana
que peina alegrías
y agita el calzón a las tristezas.
mis venas riegan esperanzas
y mis sudores bañan sueños
imposibles.
Fogoncito de leña crepitante
que todas las noches abrazas
peroles de maíz blanco almíbar y
porongos de chicha de jora
¿Dónde se esconden esos dedos
tejedores de waynos y pasacalles?
Acaso no recuerdas que el diapasón
del trueno
forjó el yunque blanco de razuhuillca
y
tus dedos de cristal y estalactita?.
¿Díganme en que laberinto se
entretienen
o andan prisioneras las voces
de mi pueblo?
Tantas veces voces
voces que navegaron en odres
y alegrías sin parangón
en la muy noble Huamanga
y siempre jaranera.
coca quintucha
naipes verde de Belén Pata
de tunales y suspiros cómplices
tú que conoces mi vida y destino,
anda desensilla mis bordones.
es hora de bailar y cantar
en el ombligo de esta celosa noche.
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